Procopio de Cesarea escribió después de la pandemia de peste bubónica del siglo VI: «Quienes habían sido partidarios de las diversas facciones políticas abandonaron los reproches mutuos. Incluso aquellos que antes se entregaban a acciones bajas y malvadas dejaron, en la vida diaria, toda maldad, pues la necesidad imperiosa les hacía aprender lo que era la honradez».
Y así fue, la clase política (durante unos años al menos) se puso de acuerdo. Acercaron posiciones y remaron todos juntos. No importaron colores ni ideologías. Apuesto mi pensión de funcionario que aquí no va a pasar esto. Malditos!!!