Las marcas de agua en IA generativa están emergiendo como una solución para identificar contenidos creados artificialmente, ayudando a combatir la desinformación y proteger la propiedad intelectual. En textos, pueden integrarse mediante patrones lingüísticos sutiles; en imágenes y videos, a través de alteraciones invisibles en píxeles y frecuencias; y en audio, usando frecuencias inaudibles. Aunque los humanos no pueden detectarlas fácilmente, algoritmos especializados sí pueden. Sin embargo, la implementación presenta desafíos: deben ser resistentes a modificaciones y equilibrar transparencia con competitividad. Empresas que las adopten podrían enfrentarse a desventajas frente a quienes no lo hagan. El debate está en marcha.