Se acabaron los Juegos Olímpicos. No es que hayan sido los más limpios de los últimos años, pero saber por ejemplo que algún deportista que ha usado drogas ha sido enviado a casa, los que profirieron comentarios racistas fueron invitados a salir de Inglaterra, los que se emborracharon fueron sancionados por sus propias federaciones. Los que jugaron para ni ganar ni perder también han sido descalificados; y por lo general la competición ha sido sana, deportiva, limpia y con honor.
Se acaba todo eso y ahora ya todo vuelve a la normalidad. Ahora vuelve el Fútbol, donde todo esto no se castiga, si no que se premia.
De vuelta a la realidad
