La enseñanza de la empatía en las escuelas es fundamental para el desarrollo emocional y social de los estudiantes. Fomentar la empatía ayuda a los jóvenes a comprender mejor los sentimientos de los demás, creando un ambiente de respeto y colaboración. Al aprender a ponerse en el lugar del otro, se reducen los conflictos, mejora la comunicación y se promueve un entorno inclusivo. La empatía también potencia habilidades como la resolución de problemas y el trabajo en equipo, claves en la vida adulta. Incluirla en el currículo escolar no solo forma mejores estudiantes, sino también ciudadanos más conscientes y compasivos.