Los partidos de centro en España, como UCD, CDS, UPyD y Ciudadanos, han tenido dificultades para consolidarse debido a la polarización política, la falta de una identidad clara y problemas de liderazgo. En un contexto dominado por el bipartidismo tradicional, los votantes españoles suelen preferir opciones más definidas. En contraste, en países como Alemania o los Países Bajos, partidos centristas como el FDP o D66 han prosperado gracias a sistemas electorales proporcionales y una cultura política orientada al consenso. Para que el centro tenga un futuro en España, será necesario fomentar una política menos polarizada y más abierta al diálogo.